El mundo actual en el que vivimos está en un constante proceso de cambio, lo cual ha llevado a que una gran cantidad de empresas y organizaciones tengan que reinventarse para no quedarse por el camino, abordando una transformación que afecta tanto a sus procesos, como a los sistemas de información, las personas o la cultura. Esta transformación implica también crear un nuevo modelo de trabajo que requiere tener equipos de trabajo cohesionados y de alto rendimiento.

Por tanto, para que una empresa prospere es fundamental contar con un buen equipo humano, no sólo competente a nivel individual, sino que funcione como un equipo perfectamente engranado. En definitiva, para lograr el éxito empresarial es necesario que los trabajadores formen lo que se conoce como un equipo de alto rendimiento (o High Performance Team).

Todos los equipos de alto rendimiento se caracterizan por cumplir una serie de objetivos: fomentan la integración de cada uno de sus miembros, persiguen alcanzar objetivos comunes y trabajan de manera autónoma, sin esperar instrucciones por parte de terceros, existiendo un fuerte compromiso en la consecución de dichos objetivos.

En un equipo de trabajo todos los integrantes contribuyen a la búsqueda de soluciones y a plantear alternativas ante cualquier imprevisto que pueda ocurrir, escuchando y sopesando las opiniones de todos y cada uno de los miembros del equipo, con la finalidad de encontrar un acuerdo final que satisfaga a todas las partes, y al mismo tiempo, ayude a cumplir las metas fijadas por el grupo en los plazos previamente fijados.

Y bien, ¿cómo podemos conseguir un equipo de alto rendimiento en nuestra organización? A continuación, se dan una serie claves que son fundamentales para poder conseguirlo:

  • Definir objetivos. Cualquier equipo tiene que tener unos objetivos claros y definidos, y remar en el mismo sentido para llegar a alcanzarlos. Para poder llegar a esto, lo ideal es alinear los objetivos de cada individuo con los del equipo. También es importante tener en cuenta que estos objetivos tienen que ser específicos, medibles y claramente alcanzables.
  • Seleccionar miembros con talentos diversos. Dentro de cada equipo de trabajo, cada uno de los miembros desempeña un papel o un rol, el cual tiene que ser acorde al perfil de cada uno de los individuos. Al mismo tiempo, es imprescindible que se complementen entre ellos y que las fortalezas de unos compensen las debilidades de otros.
  • Fomentar la autonomía de cada uno de los miembros del equipo. Cada miembro del equipo debe tener la suficiente autonomía para ser capaz de tomar sus propias decisionesy decidir su forma de actuar, con la finalidad de sentirse responsable de sus resultados y asumir el riesgo que esto conlleva.
  • Dar feedback claro y constructivo, tanto de aquello que se está haciendo bien como de aquello que se necesita mejorar, ya que esto ayudará a que el equipo se mantenga motivado y en línea con las expectativas que se ponen en él, reforzando así las conductas productivas y rectificando aquellas que son menos adecuadas.
  • Fomentar la iniciativa, la creatividad y la innovación del equipo. Es necesario fomentar en los miembros del equipo la libertad para cuestionar la forma de hacer las cosas y para aportar nuevas ideas, así como fomentar la crítica constructiva y la oportunidad de mejorar los procedimientos existentes.
  • Hablar y escuchar. Es muy importante mantener una comunicación abierta entre los miembros que conforman el equipo, lo que genera mayor confianza y sinergia entre los mismos. Los equipos de alto rendimiento están conformados por personas que no temen hablar de las cosas difíciles, encontrando maneras para hacerlo asertivamente y sin atacar a los demás.
  • Gestionar de forma constructiva los errores. Es importante que el equipo gestione de manera constructiva los errores como una forma de superarse y avanzar. Es muy importante concienciar al equipo de la idea no es buscar culpables, sino solventar los errores o fallos que puedan aparecer, así como identificar cuál ha sido la causa para poder poner en marcha medidas preventivas para evitar errores futuros.
  • Formación continua. Un punto clave es invertir en la formación del equipo, que tengan la oportunidad de renovar sus conocimientos. Esto tiene doble beneficio, ya que por un lado los miembros del equipo aprenden nuevas competencias y por otro lado se motivan al ver que la empresa invierte en ellos.

En el siguiente gráfico, extraído de la presentación de Germán Retana “Liderazgo y Trabajo en Equipos de Alto Rendimiento” INCAE Business School (enero, 2012), se resumen de manera clara y concisa las claves para conseguir un equipo de alto rendimiento.

*“Liderazgo y Trabajo en Equipos de Alto Rendimiento” INCAE Business School (enero, 2012)

Tenemos que tener claro que en cualquier empresa de éxito sólo se logrará aumentar la productividad colectiva eliminando la competitividad entre los miembros del grupo, así como buscando el compromiso y la cooperación de todos los miembros, mediante la comunicación y puesta en comúnde los talentos individuales. Así y sólo así lograremos conseguir un equipo de alto rendimiento.

Como dijo el escritor, vendedor y orador motivacional estadounidense Zig Ziglar (1926-2012) “los individuos marcan goles, pero los equipos ganan partidos”, frase que resume a la perfección la importancia del trabajo en equipo.