Cada vez que imparto una formación relacionada con Liderazgo y Comunicación, dejo como guinda de la sesión la que me parece la habilidad más bonita y a su vez importante con la que cuenta un gestor de personas: el Reconocimiento.
Suelo preguntar a los participantes (líderes de diferentes sectores y organizaciones) si están habituados a reconocer el trabajo de sus colaboradores. “Por supuesto”, responde la mayoría, sintiendo incluso extraña una pregunta tan obvia.
A continuación, cambio el foco de la pregunta, cuestionando si se sienten reconocidos por sus responsables directos. Curiosamente, la respuesta da un giro de 180 grados, y la sensación que invade el aula puede resumirse en “mucho menos de lo que merezco”, o al menos, para no sonar presuntuoso, “no tanto como me gustaría”.
¿No os resulta curioso que la mayoría de los líderes crean que reconocen el trabajo de sus colaboradores, y, sin embargo, ellos no se sientan reconocidos?
Creo que la clave está en qué es lo que reconocemos, ¿el resultado o el trabajo realizado? La respuesta es casi siempre la misma.
Un resultado positivo, ya genera por sí mismo sensación de satisfacción en quien lo logra. Por tanto, más que un reconocimiento, quien lo consigue requiere una felicitación.
En cambio, ¿qué ocurre cuando tras realizar un gran esfuerzo y hacer las cosas de manera apropiada no se consigue el objetivo deseado? Esta es, bajo mi punto de vista, la oportunidad perfecta para dar un buen reconocimiento.
Porque reconocer un trabajo bien hecho, aunque el resultado no haya sido el deseado, es decirle a tu equipo que está trabajando en la línea adecuada, es aportar combustible cuando hay cansancio, y lo más importante, es hacerles ver que los resultados, sin duda, llegarán.
Hoy, como cierre de esta publicación, me gustaría compartir dos vídeos de personas que, en mi opinión, demuestran ser auténticos maestros del reconocimiento:
El primero, nuestro Seleccionador Nacional, Sergio Scariolo. Porque no es necesario decir a sus jugadores que son los mejores por ganar el mundial, sino por lo que han hecho para lograrlo.
El segundo, Sergio Hernández, Seleccionador Nacional argentino, que reconoce públicamente el impresionante esfuerzo de sus jugadores tras caer derrotados en la final.
Resultado = Trabajo realizado + circunstancias externas.
No siempre podremos obtener el mismo resultado, pero sí repetir el esfuerzo realizado.
Depende de ti, como líder, dónde quieres poner el foco.
Arán Odriozola