Los cambios que han ocurrido en las últimas décadas en cuanto a los procesos laborales y la organización del trabajo han originado nuevos riesgos psicosociales que afectan a la salud y la calidad de vida de los trabajadores. Por tanto, en cualquier organización es de vital importancia conocer cuáles son los factores presentes en el puesto de trabajo, los riesgos que generan y las consecuencias de los mismos, así como el proceso de evaluación que realizan las organizaciones, ya que son puntos clave para prevenir los riesgos psicosociales en el trabajo.
Pero ¿qué entendemos por riesgos psicosociales? Según el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) los riesgos psicosociales en el trabajo son “aquellas condiciones que se encuentran presentes en una situación laboral y que están directamente relacionadas con la organización del trabajo y su entorno social, con el contenido del trabajo y la realización de la tarea, y que se presentan con capacidad para afectar el desarrollo del trabajo y la salud (física, psíquica y social) del trabajador.”
Es complejo hacer una clasificación generalizada de los riesgos psicosociales, aunque todos ellos tienen una serie de características en común:
- Se extienden en el tiempo y en el espacio. En general, los riesgos psicosociales abarcan un amplio ámbito, ya que no se delimitan a un tipo determinado de cultura organizacional.
- Son difíciles de medir o cuantificar. Determinados riesgos laborales son fácilmente medibles con aparatos propios para ellos, pero no ocurre lo mismo con los riesgos psicosociales. No es fácil medir la cohesión social del equipo de trabajo o la comunicación de los mismos.
- No están claramente delimitados unos de otros. En el ser humano no se puede separar la dimensión física de la mental, de ahí que haya mayor riesgo de sufrir, por ejemplo, un accidente cardiovascular si se está experimentando estrés.
- Tienen una escasa cobertura legal. Dado que los límites de los riesgos psicosociales son difusos, muchas veces las empresas no saben a qué atenerse.
- Dificultad para elaborar una estrategia de intervención. Un clima hostil en las organizaciones afecta a la productividad y a la salud de los trabajadores, pero es difícil resolverlo ya que está en relación directa con el funcionamiento global de la empresa.
Teniendo en cuenta todas estas características comunes a los riesgos psicosociales, éstos se pueden clasificar en:
- Estrés laboral. Es la principal causa de absentismo y baja laboral, después de enfermedades comunes como la gripe, originando una enorme repercusión tanto en el sistema productivo y económico de la organización. Es el más global porque es una respuesta general a todos los factores psicosociales. Cuando esta situación de estrés se extiende en el tiempo, se produce el burnout o Síndrome de estar quemado.
- Burnout o Síndrome de estar quemado. Consiste en el resultado de un proceso de estrés crónico laboral que termina en un estado de agotamiento emocional, originando la pérdida de motivación laboral.
- Carga de trabajo. Es muy común que haya períodos en los que el trabajo nos exija demasiado o muy poco, adaptándonos a él sin ningún problema. Pero si esta situación se repite de forma cotidiana, tanto por exceso como por defecto, puede convertirse en fuente de estrés.
- Violencia laboral. La violencia en el trabajo recoge todas las conductas de violencia, tanto física como psicológica, que se producen en el entorno laboral. Dentro de las conductas de violencia psicológica se engloban:
- Acoso discriminatorio. Se refiere a toda conducta no deseada en el trabajo, relacionada con el origen racial, religión, discapacidad, edad u orientación sexual de una persona.
- Acoso sexual. Es cualquier conducta o comentario reiterado con connotación sexual basado en el poder, y que no es consentido por quien lo recibe.
- Acoso Laboral o Mobbing. Es un modo de hostigamiento que se extiende en el tiempo de manera que va produciendo un desgaste psicológico en el trabajador, hasta el punto de ocasionar verdaderos problemas de salud, como por ejemplo depresión. Está estrechamente relacionado con un mal clima en la empresa y un comportamiento negativo entre compañeros de trabajo, incluidos los superiores o directivos.
- Incompatibilidad de compromisos profesionales y personales. Se da cuando existe dificultad para mantener un equilibrio entre el mundo laboral y el familiar. Cuando esto ocurre suele desencadenar en una disminución en el rendimiento laboral.
- La inseguridad contractual. Puede surgir cuando el trabajador vive alguna de estas situaciones: es cambiado de rango profesional sin justificación, cuando el salario es demasiado bajo para las tareas desempeñadas o cuando las condiciones del acuerdo contractual no son las negociadas.
Una vez vistos los distintos tipos de riesgos psicosociales que podemos encontrarnos en el puesto de trabajo, para evaluar los problemas derivados de los mismos es imprescindible analizar y discernir los riesgos concretos ante los que nos encontramos, así como las personas que deben lidiar contra los mismos, siendo de suma importancia que las organizaciones desarrollen estrategias de prevención de dichos riesgos. Algunas de ellas son las siguientes:
- Adoptar políticas que permitan la prevención del acoso laboral. Será necesario adoptar las acciones preventivas y correctivas necesarias para revertir la situación de riesgo. Se deberá establecer un control y seguimiento tanto de la ejecución de las medidas como de sus resultados.
- Evaluar los riesgos psicosociales regularmente. Los riesgos psicosociales deben ser identificados y evaluados usando diferentes medios: conversaciones, entrevistas, observación, listas de verificación y cuestionarios.
- Elaborar un plan de acción. El plan de acción debe contener todas las medidas que se llevarán a cabo para eliminar o controlar los posibles riesgos, como por ejemplo quién tiene la responsabilidad de llevarlas a cabo o cuándo se van a ejecutar.
- Políticas encaminadas a promover el bienestar del trabajador.
- Estudios periódicos sobre los riesgos psicosociales con instrumentos avalados por la ley.
- Formación adecuada de los trabajadores en riesgos laborales. Los trabajadores y trabajadoras que conocen los posibles riesgos que se pueden dar en el trabajo, estarán mejor preparados para afrontar el estrés que les producen estos riesgos.
En definitiva, es de vital importancia estar alerta frente a cualquier riesgo que pueda poner en peligro la salud psíquica o física de los trabajadores. Los riesgos psicosociales disponen de una gran incidencia en el día a día de las organizaciones, y por ello es necesario actuar en el momento adecuado para poder evitarlos.