Para que las organizaciones progresen, es fundamental trabajar para generar un buen clima laboral. Esto influye en la satisfacción de los empleados y por tanto en su productividad, nos hace sentirnos mejor y nos genera un sentimiento muy positivo hacia el trabajo. Sin embargo, muchas organizaciones consideran que mejorar el clima laboral requiere una alta inversión o simplemente no le dan la importancia que requiere. Esto es un gran error, puesto que las consecuencias de un mal ambiente laboral terminan siendo mucho más costosas a largo plazo.
Construir un clima laboral positivo es tarea de todos los integrantes de la organización, y en su consecución influyen múltiples factores físicos, como la iluminación, ventilación o distribución del espacio, así como factores interpersonales, como el comportamiento de las personas, su manera de trabajar y de relacionarse, la interacción de los trabajadores con la empresa, y viceversa, y la propia actividad de cada uno, y cómo todo esto influye en los resultados y éxito de la organización.